Los 3 ingredientes indispensables en tu caldo de huesos son vinagre de manzana, pimienta en granos y cúrcuma.
Para hacer un caldo de huesos obviamente necesitas el pollo entero y como 10 patitas de pollo. Esa es la base. El pollo entero lo puedes hornear/rostizar, luego lo cortas en piezas y quedas con un esqueleto.
Ese esqueleto lo pones a hervir en abundante agua con tus patitas de pollo, cebolla, apio, zanahoria y sal por aprox. 6 horas. Aunque te va a quedar un caldo delicioso, no aprovechaste todo el colágano, médula y grasas que tiene el pollo.
Para poder extraer todos los minerales del hueso, necesitas agregar un chorro muy generoso de vinagre de manzanza – el que viene con la madre porfa. Me gustan las marcas Bragg y La Parmigiana.
Además, es súper importante agregar una buena ración de cúrcuma fresca o en polvo para que tu caldo te ayude a desinflamar el intestino que necesita estar en buenas condiciones para absorber los nutrientes que le estás dando.
OJO: el caldo ya de por sí en antiinflamatorio pero la cúrcuma refuerza muchísimo este beneficio.
Por último: pimienta. El cuerpo necesita un buen conductor para absorber la cúrcuma y la pimienta lo tiene asique no tengas miedo en agregar un buen cantidad de pimienta fresca – cómprala en grano y muélela encima de la olla.
HAZLO! Tu cuerpo, piel, intestino, colon y corazón te lo agradecerán.